--Esta es la muerte que te merecías hijo de la Gran Puta... Muérete como el puerco que eres carajo_ ...
Le gritó mientras le acestaba una docena de estocadas y las otras compañeras filipinas e indonesias se apresuraban a tomar el botin de la caja registradora y un baúl donde el "Chulo" abatido, guardaba las cosas de valor.Todo había salido como lo planearon meses antes y élla que era la única voluptuosa entre aquellas pobres infelices y flacuchas putas indonesias; se encargó de dar la estocada final al patrón pedófilo de mierda.
María Peña era su nombre de pila y hacía honor a la sangre caliente que circulaba por sus venas, forjadas a sudór y candela bajo el sol abrasante de Santo Domingo; Lo del apellido "Van Amstel" fué el resultado de una jugada que le permitió salir de la isla con unos papeles de dudoso origen, y aunque las cosas no le habían salido como esperaba, decidió mantener el apellido nuevo porque tenía la certeza de que a una puta sin un nombre artístico, no la respeta nadie. En un tiempo record lograron abrir el baúl y Bingo!... María había sospechado con razón y ahí estaban los papeles, las joyas de todas y demás objetos de valor. Metieron en un bolso una quincena de fajos de dólares, una Cámara Canon consumida por la edad, pero aún funcional, los pasaportes y joyas mientras se aprestaban a salir apresuradamente.
-- Ey! de kissss!! --
En la confusión las compañeras no entendieron el mal inglés de la mulata y se quedaron por un segundo lelas esperando decifrar la orden de la cojonuda morena.
-- Coño, malditas putas, que cojan las llaves del carro y vámonos antes que lleguen los mariconasos policías... Y la cámara que no se quede, que esa se la damos al del bote, pa' que nos saque de esta tierra del diache!--
Viendo que las otras pobrecitas compañeras no salían del pánico total, tomó las llaves, el bolso y corrió al carro que estaba parqueado en la parte atrás. La sangre en su vestido baratucho de lentejuelas, aún estaba caliente y no se tomó la molestia de cambiárselo, porque el tiempo no estaba para esperar. El corazon le latía a mil por horas, pero convencida de la libertad readquirida entró como una bala en el todo terreno... Las otras cinco le siquieron tal ovejitas silenciosas y sumisas.
--Ahora a toda marcha para el aeropuerto mis niñas que ya somos libres... --
María gritó dichosa y rebosante de felicidad, mientras aceleraba con todas sus fuerzas y a sus espaldas quedaba sepultado un pasado fortuito y miserable que le robó las esperanzas de llegar forrada de euros a su tierra natal . En ese instante la recordó con especial nostalgia; su merengue, las bachatas en el parque, la bulla de los vecinos, el mar azul turquesa, y saboreó feliz ese sabroso locrio de cerdo que su abuela Tomasa le preparaba...
--Ay abuelita no te me mueras de ese jodido cancer, Ayy virgen ayudame a llegar a ese aeropuerto pa podé verla por última vez... no te la lleves dios mio antes llevame a mí, pero por to lo santos y el divino niño ayudanos a llegar --
Suplicó en sus adentros y aceleró hasta el tope; y mientras aceleraba una adrenalina con reflejos orgásmicos se apoderó de ella.
--- Say cheese!!---
Ordenó felizmente Xenzei Xung mientras tomaba la fotografía de la libertad.
-- Así mismo Xen ... Tamos libres y somos putas millonarias. No hemos robado que quede claro, porque este saco e' cuarto lo sudamos y lo culiamos jajajaj.... !Ayy Coño!! Ave maria purisima que es esa vaina??? --
La ola gigante de unos 30 metros aproximadamente venía a su encuentro, y María pisó el acelerador hasta que sintió que se le salía el alma por el pie derecho. Los gritos de de todas ecepto élla, fueron absorbidos por el zumbido apocalíptico de ese brazo de mar que ojos humanos no habian visto.
-- Ahh pero tu no sabes lo que es una maldita negra encojonada! Cáeme atrás si puedes, puta ola de mierda--- Gritó triunfante mientras veía crecer y acercarse a un paso arrollador, la última prueba de fuego en su fuga por la libertad...
-- Lo bueno mis hijas, es que al puto ese no lo van a econtrar de aquí a cien años, yo lo sabía... !Dios esta de nuestro lado!---
Aceleró y aceleró hasta que todo; agua, lodo y escombros eran lo mismo, y el todoterreno no era más que una hormiga minusválida, ante un animal tan veloz y grande. El burdel, la abuela, el aeropuerto, los gritos, el ruidoso impacto y la oscuridad.
Aneuris Moises Quandt
