AC/DC – Concierto en Sevilla – La marea negra

La marea roja que llevamos viviendo desde que comenzó el Mundial de fútbol se transformó en el día de ayer en una "marea negra". Miles de fans de toda Europa hicieron acto de presencia ayer en el Estadio Olímpico de Sevilla, para acudir a su cita ineludible con los incombustibles reyes del Rock, AC/DC. Iban ataviados con sus camisetas del grupo, de Metallica, Iron Maiden, Los Ramones, Elvis Presley, Superman, incluso algún que otro polo, y varios dobles del guitarrista Angus Young, inconfundible por su vestimenta de colegial inglés.

Todos ellos estaban llamados por la llamada del maligno, pues profesan una misma fe: el poder de las guitarras del infierno.

Comenzaron la actuación con el single estrella de su último disco, Rock n´Roll train, con el que todo el público comenzó a saltar y desmelenarse. El calor sofocante ayudó a que todos los presentes se sintiesen a las puertas del infierno, oyendo cómo doblaba la campana que el cantante, Brian Johnson, se encargó de hacer sonar.

A medida que hilaban sus canciones, los demonios y los angelitos se sentían más involucrados en la apoteosis del Rock n´Roll (yo formo parte de los segundos, por supuesto).

Thunderstruck fue una de las canciones que más me gustaron, con su inconfundible introducción, donde Angus hizo saltar chispas de su Gibson SG sin necesidad de emplear su mano derecha para que las notas ardiesen contagiando a sus incondicionales de un fervor demoniaco.

Los gritos coreados por el público animaban a la banda a seguir desgranando sus himnos inmortales. Oeeeeeeeee, oee, oeee, oeeeeeeeeeeeeee!!!!

El striptease de Angus fue brutal, como siempre, y sus calzoncillos harán historia. Su cuerpo hecho para el pecado encandiló a todas sus fans, muchas de las cuales ansiaban que llegase ese momento.

El final atronador, con sus cañonazos, fue el punto culminante a una noche mágica sin igual, algo que quienes no hayan experimentado no podrán comprender nunca.

Aunque uno no sea un fan del Rock, un concierto como este es una experiencia que hay que tener al menos una vez en la vida. No sé de nadie que saliera defraudado de un espectáculo único en el mundo.

AC-DC, we salute you!!

Su.