ENRIQUE GABRIEL FIGUEREDO (MONTEVIDEO, URUGUAY)
Abrí mis ojos y ya no estabas a mi lado,
Quise encontrarte en la casa,
La muerte te encontró a la vuelta de la esquina,
Antes que yo llegara.
MARÍA PAZ RUIZ GIL (MADRID)
EL BAILE DEL AÑO
Mila no baila. Nadie sabe lo que le pasó, porque en la universidad sus pies llevaban lírica propia, giraban con los disparos de la batería y creaban canciones al andar. Guarda un sujetador firmado por Keith Richards, que nadie ha visto, y que cada año se prueba con una tristeza que no le cabe en los ojos. Ese día baila, sin mirarse en el espejo, se suelta su pelo largo y se olvida de que tiene sesenta años.
BÁRBARA PÉREZ BARREIRO (A CORUÑA)
El reloj de pared movía sus agujas de forma inusualmente lenta. Al mirar a su alrededor descubrió que faltaba mucha gente
-¿donde están los niños?- preguntó la anciana. - no han venido, este no es un buen sitio para ellos- contestó su hija
-¿donde están tus hermanos, querida?- volvió a dirigirse a su hija -no han podido venir, están trabajando- la anciana asintió
-mamá- dijo la única persona que permanecía de pie en aquella sala vacía del hospital - ¿has firmado el testamento?- La mujer asintió otra vez,
-bueno, me tengo que marchar, que se me hace tarde- dijo su hija dándole un beso en la frente. y saliendo por la puerta sin mirar atrás
-este es el fin- pensó la anciana- toda la vida luchando para esto- bueno, creo que ahora si me podré ir en paz- cerró los ojos y le dedicó su última sonrisa
al pensamiento con el que se marchaba, había dejado constancia en su testamento de que todo su dinero iría destinado a fines sociales -¡que sorpresa se iban a llevar sus "seres queridos"-
Viento en popa a toda vela, no corta el mar si no vuela, nuestro concurso de microcuentos. La participación está superando nuestras expectativas más optimistas, de modo que una vez más queremos transmitiros nuestro agradecimiento.
Un saludo
Coco.
