01 febrero 2011

Nuevos microcuentos que llegan con aires renovados

Traemos hoy al Blog la segunda tanda de microcuentos, para que podamos todos conocer a sus autores, y disfrutar con sus obras.

ALEJANDRO RUIZ CRIADO (VALLADOLID)
En el páramo hay una sola casa.
Un hombre y un mujer discuten,de ella nacerá un hijo que vivirá en la casa del páramo.
Sus otros hijos juegan con un perro en el páramo, junto a la casa.
La mujer pare una niña muy pequeña, el hombre pasa todo el día lejos de la casa del páramo, trabajando.
La comida no es suficiente para la madre y su leche tampoco lo es para su hija.
Fue el hombre quien enterró a la niña a pocos metros de la casa del páramo.
El perro escarba la tierra buscando el cadáver.

LUIS ARAGÓN (BERLIN, ALEMANIA)
DESNUDO
El sueño es fácil de explicar. Hasta aburrido por recurrente y poco original. Dispuesto a dar una importante conferencia me doy de repente cuenta de mi desnudez. El anfiteatro está lleno. A penas puedo resguardarme tras el atril para mis notas de las miradas curiosas de los asistentes. Sus risas y comentarios resuenan por toda la sala. La realidad, sin embargo, me parece totalmente inexplicable. ¿Qué diablos hago desnudo en este escenario y quién es toda esta gente que me observa?

ALBERTO CHARA (SANTOS LUGARES, ARGENTINA)

EL SEÑOR PELLIFORTI
Las sombras caían sobre las huellas del inerte Pelliforti, atrás habían quedado tres casamientos, tres infartos y tres viudas. Tres flores rodean su nombre en la lápida cuyo epitafio dice: “Cuando regrese prepárenme tres botellas de vodka para dormirme otra vez”. Y Pelliforti despertó.

FRANCISCO ENRIQUEZ MUÑOZ (MÉJICO)

«ASÍ ME GUSTARÍA MORIR», DIJO UN BOMBERO
A la mañana siguiente, los vecinos se dieron cuenta de que el tibio líquido blancuzco que caía por la escalera salía del departamento del hombre solitario y solterón. Alarmados, llamaron sin obtener respuesta. Cuando los bomberos echaron abajo la puerta, lo encontraron desnudo sobre la cama. Ahogado en su propio semen.

VICTOR MANUEL LOPEZ ORTEGA (MÉJICO)

SUEÑO DE UN LAGO DE REFLEJA
Profundo letargo, revélame el sentido de tus historias inverosímiles. Estoy solo en un bosque. No distingo la hora. Detengo mis pasos frente a un lago agitado. Agacho la mirada, observo árboles tupidos cuyas hojas caen secas y su reflejo se desenfoca en la turbulencia. ¿Qué me augura esta visión? Sombría es la imagen y la duda ante ella me estremece.


Y siguen llegando microcuentos. Permaneced atentos al próximo post.

Coco.
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